jueves, 26 de noviembre de 2015

UN DÍA CUALQUIERA...

Hoy mi madre me sacó fotos de mi infancia, mi primera vela soplada, mi primer baño con mi hermano entre patitos ( creo con firme convicción que todos tuvimos un patito amarillo y un pollito de mercadillo de colores) La primera escapada al mar (con nuestro padre cargado con rastrillo, cubo,flotadores de manguitos y circulares con forma de tortuga, sombrilla de propaganda de cocacola y la nevera azul que era la mejor) , otra regando las plantas con una mini regadera (no se salvaban ni los cáptus) otra con mi hermano vestidos de “Extremeños” en la romería de nuestro pueblo en la cuál estaba mellada y me parecía enormemente “al Pocí”…en ese momento me vine arriba y busqué fotos de la pre-adolescencia, y recordé aquella época en la resurgió mi parte más guerrera, yo contra el mundo, con la típica frase hecha de “ Pues me voy de casa” que implicaba irme a casa de mi mejor amiga y aparecer a las tres horas con cara de “os he hecho un favor, sé que no podéis vivir sin mí” y mi madre en ese caso ni siquiera había visto mi carta de despedida sobre su cabecero de la cama, porque estaba haciendo sus geniales San Jacobos para cenar, doy gracias a Dios por haber aparecido antes de las 21horas, sino me hubiera perdonado perderme esa delicia casera maternal al paladar. Me fugaba como buena Escolapina caída en Instituto Público para irme a jugar a la cuatrola o de visita a los amigos de otro instituto, y en los recreos compraba un cigarro suelto que apurábamos entre cuatro y un chicle Clix de menta para que mi padre no me oliera luego a tabaco rubio. Lo normal vamos, una adolescente de enciclopedia.


Primero me negaba en rotundo y luego consultaba de que estábamos hablando, aún hoy sigo haciéndolo a veces,por eso de ser cabezona y crear polémica, el mundo estaba fatal ante mis ojos y pensaba que nuestra generación podría arreglarlo y no era consciente de que mis padres sólo intentaban trazarme un mapa con todos los peajes que me encontraría en el camino de la vida porque evidentemente ellos ya habían pagado por cruzarlos…Buscaba un motivo para renegar, ahora que he crecido aunque conserve una parte de esa bravura juvenil, supongo me he vuelto mas conformista y he de reconocer que encuentro la alegría en cosas tan simples como poder ver esas fotos y saber que lo he vivido, y que no me cargué a mis padres y a mi hermano pequeño de un susto en uno de esos arranques de escape, en una canción que me transporte a otro lugar, en una sonrisa de mi sobrino postizo cuando le doy su kinder sorpresa , en un mensaje de buenos días que no espero, en la ilusión que deposito en el último día de invierno que me devolverá el sol, en una sopa de letras ( y más si consigo crear mi nombre, creo que esa parte infantil la conservamos todos ), en una ducha después de una clase de spinning, en pelearme con mi hermano por los mejillones tigres en nochebuena, en el primer baño en el mar de cada temporada, en una caña en un jueves como hoy con mis amigas que adelanta el fin de,en comenzar un libro nuevo, en tener a las personas que quiero cerca, en los domingos en los que no tengo que quitarme el pijama hasta la hora que yo marque, en los ataques de risa, en esos recuerdos de antaño que me hacen volver atrás y en la suerte de que sea mi madre, esa señora con una cana por cada día que me ha regalado que se desvive por mi  la que me muestre esas fotos con el calor del brasero y su cariño un día como hoy, un día cualquiera, 26 de noviembre…Feliz jueves..



martes, 17 de noviembre de 2015

LO QUE APRENDÍ EL SÁBADO...UNA VIDA NUNCA ES SUFICIENTE

Y es que yo lo que no quiero es perderme momentos, y cada vez soy mas consciente de eso de que la vida pasa, este fin de semana fui a visitar a mis abuelos a Ciudad Rodrigo, nunca os hablo de mi vida, tengo la suerte de conservar un legado de mi padre, Doña Lolita y Don Antonio, hasta hace 3 meses ambos tenían una salud de hierro a pesar de sus mas de 85 años, la suerte cambió y mi abuelo se rompió la cadera, ahora vive en un hospital donde hace rehabilitación y recibe todos los cuidados, el sábado cuando lo ví tuve por segunda vez en mi vida mas claro que nunca que un día nos despertamos y lo que conocemos ya no está o ha cambiado, ese Don Antonio dicharachero, de humor inteligente que siempre cruzaba sus piernas al sentarse en el sofá a leer el periódico, que recordaba cada pueblo de Castilla en el cuál impartió clase es ahora un señor de corazón cansado y ojos tristes que se deja llevar por lo que la vida le disponga, un niño con calzado de hombre por todo el camino que lleva andado, a ratos muestra su lucidez y te cuenta el lugar al que iba a pescar de pequeño a través de la ventana del hospital y dormita durante los 45 minutos que dura la misa que imparten en una estancia de la misma residencia, despertando solo para dar…dar la paz en este caso, siempre fue un experto en eso de dar, dio a su mujer la vida mas bonita que tuvo en su mano y a sus 6 hijos una educación cargada de principios y humildad, de dar todo lo que tienen y esforzarse en hacer feliz a las personas de su vida, maestro de la vieja escuela en las aulas y en su casa…Nunca sabrá que su bondad atraviesa paredes de hormigón,ni que si se viera con mis ojos descubriría lo grande y admirable que me resulta.Eso de que hay que perder para ganar es una mentira que odio, lo único que ganamos cuando perdemos es el vacío que deja, y yo siento que he perdido muchos momentos con la gente que quiero y eso es algo que nunca se recupera…

Vivimos para sumar, nacemos y sumamos uno mas en la familia, luego te unes a un grupo, colegio, amigos, equipo…sumas, te casas, sumas, tienes hijos sumas, y de repente va la vida y dice que tienes que aprender a restar, y te quitan a alguien o te quitan algo, en este caso la capacidad de caminar, y nadie se da cuenta que el es de letras, y yo que llevo sus genes también, que el fue quien me regaló mi primer libro (Platero y yo) que aún recito de memoria….que no queremos sumas, ni restas ni algoritmos…Y descubres que el tiempo nunca se para, que es imposible detenerlo y que es lo mas importante que tenemos, a pesar de mi cráter de impotencia porque sé que me queda abuelo para rato pero el nunca será el mismo, he decidido que me niego a ganar para luego perder, y os invito a invertir vuestro tiempo en las cosas o mejor personas que realmente importan, es lo que al final nos quedará, al diablo con las banalidades y dramatismos, tenemos la suerte de tomarnos el pulso cada mañana, comienza por decidir que es lo realmente importante, cuida todo lo que tienes, aunque no tengas todo lo que quieres, valora por ello el doble lo firme…haz que valga la alegría.

Es curioso que de niños fuera prohibido meter los dedos en el enchufe y de mayores la vida te suelte esos calambrazos, que te obligaran a irte a la cama a las diez y media para dormir tus ochos horas y hoy nos arrebaten  los sueños,  nos enseñaran a construir nuestras alas para hoy darte cuenta que el lugar donde eres feliz es aquel donde tienes tus mejores recuerdos…


Hoy escribo en modo bomba de relojería, y es lo que hay, detesto que llegue el frío, que se acerque la navidad, que haya gente que falte en mi mesa, porque sin avisar me la restaron, y que mi abuelo no pueda andar …que haya dejado de decidir donde quiere ir….y haberme dado cuenta que UNA VIDA NUNCA ES SUFICIENTE.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

MADRID ...La Ciudad sin LLave

Esta vez vamos a dejar sentimientos aparte para hacer un pequeño homenaje a Madrid, me he venido encantada esta vez y ya tengo algo de criterio para referirme a ella...aunque conozca un 2 por ciento de su vida y sus opciones...


Me gusta pensar que todos los que recorren sus calles son de fuera, personas que van de paso o decidieron ir allí a lanzar los dardos a la diana de un futuro de ensueño, transmite despreocupación , de una enferma atracción fatal hacia su embrujo que finalmente resulta siendo para muchos caótica…

Barna es sin lugar a dudas la cuna del diseño, Salamanca de la cultura y educación, Cádiz la del arte y la alegría, y así cada ciudad tiene su encanto,…pero Madrid es la que anestesia, y a la vez agota…

Sentada en una terraza de Malasaña puedes observar el mejor ejemplo de una ciudad sin llave en la puerta….al acceso de todos, como se entremezclan culturas y variedad racial, desde el arcaico pijo con castellanos y camisa perfectamente planchada, pasando por dieciochoañeras con los últimos modelos de stradivarius , a una pareja de afroamericanos bailando al ritmo de su ipad, sin dejar de lado por supuesto a un conjunto de chinos que se han perdido con sus cámaras de la mejor calidad del mercado…Es el mejor ejemplo de tierra de todos y de nadie…La ciudad de la gran polución les devora horas de vida a su ritmo de estrés y a la vez pasión.

Madrid huele a vida, a un 24 horas eterno, es andar para no llegar a ningún sitio y a la vez a todos,  es tener opciones diferentes los 365 días del año, y en mi caso es pasión por el metro, este a diferencia del de Barcelona circula por la izquierda, a imagen y semejanza del Londinense, y a pesar de que los rayos de sol nunca lleguen a el y  del olor a humanidad que transmite en algunas ocasiones, es genial que cambies de compañeros de viaje en cada parada, y observar, a aquellos que leen ( que por cierto son muchos y es algo confortable ), a los llevan una guitarra colgando en el hombro, al hombre de aspecto cansado y traje de chaqueta arrugado por el peso de las horas, a la gran cantidad que aprovechan para dar una cabezada y sin despertador intuyen cuando llega su parada y tienen que bajar, un joven con gorra que ha decidido que todos comparten su gusto musical por el reggeaton y lo lleva a lo que le da el móvil y sin embargo nadie se anima a recomendarle que se pida en reyes unos cascos…y si en algún momento te aburres de observar la variedad humana que se encuentra a tu alrededor y no tienes un libro en tu bolso siempre te queda la opción de entretenerte con los microrrelatos –“entrelíneas” -que puedes leer en las paredes de su interior…


Si que es cierto eso de que aquí no hay playa…pero hay museos, mercados, teatros, parques, rincones preciosos, la mayor oferta gastronómica a mano, garitos para todos los gustos musicales, la ciudad del amor-odio a mi me ha enamorado, ahora entiendo que Joaquín Sabina la utiliza de esa forma para componer (Pongamos que hablo de Madrid,Yo me bajo en Atocha), al igual que Ismael Serrano (Kilómetro cero) y yo por supuesto…VOLVERÉ.