Y de repente…junio! No era consciente de que
nos habíamos comido casi medio año! Suena el toc-toc a la puerta de la alerta y
te preguntas como pasaron volando 5 meses desde aquella noche en que con las
uvas deseaste ¾ de felicidad y ración y media de salud para los tuyos…y compras
un billete de regreso a 6 meses atrás y ver que pasó en el resto de días hasta
hoy, 6 de mayo…es el momento de buscar..y encontrar! Enero mes de los buenos
propósitos te dio la fuerza que dan los comienzos, el mejor regalo de Reyes fue
un nuevo “almanaque” en blanco con 365 días que garabatear, ¿hay algo mejor que
te regalen tiempo?
Por supuesto… voy a
obviar lo de dejar de fumar, lo he dado por imposible…es uno de esos placeres
que ( por ahora ) me niego a abandonar. Ese mes hice zumo…exprimí la lista de
asuntos pendientes, aquello en lo que me apetecía dedicar tiempo y de paso me
matriculé de nuevo en inglés, leí un libro un tanto malo que me hizo valorar
más el siguiente que fue “muymuymuy” bueno, cumplí con los días de
lluvia-frío-sofá y manta, quizá por eso esté disfrutando tanto los grandes
rayos de sol que nos dejó ya mayo, por supuesto caí, me equivoqué, arriesgué
y algún proyecto no me salió tan bien como esperaba pero alguien me extendió
una tirita y comprendí que lo peor era decepcionarme a mi misma, que los
tropiezos te ayudan a tener la experiencia
para seguir subiendo peldaños, que no se puede agradar a todo el mundo,
y que el “empiezo-por-mi” muchas veces es necesario, al fin y al cabo tu mismo
serás tu mejor juez.
Me volví a enamorar…. de un lugar que ya conocía, y conocí
uno nuevo haciéndolo un poco mío paseando por sus calles y probando su
gastronomía para tener con que
compararlo, incluso le cogí la alegría de perderse en el camino, cuando el gps se
vuelve loco y te lleva por otra dirección y somos tan tontos de enfadarnos, en
vez de disfrutar del lugar desconocido o el paisaje donde nos hizo aparecer.
Tomé café al menos un día a la semana en la cafetería de
siempre que sirvió de excusa para ver a alguna persona que quiero y que me
contaras tu semana, lo cotidiano no deja de ser excepcional.
Disfruté de los sábados en los que olvidaba apagar el
despertador y era un placer retar al ring-ring apagándolo, sonriendo y dándome
la vuelta en la cama regalándome otra horita de sueño.
Aprendí a relativizar, a no excesiva importancia a nada,
todo son pruebas, todo son retos de inteligencia emocional y al final nada es
lo suficientemente importante para arruinar un solo amanecer.
Me obligué a sacar tiempo para hacer una llamada a esas
personas que llevo cada día en mi pensamiento pero que al final el día no te da
horas para dedicarles un cómo estás y que seguramente sean los que mas lo
merecen, mis abuelos por ejemplo.
Descubrí que un día malo lo tiene cualquiera, el truco de
magia está en conseguir que no se convierta en un hábito, y hay siempre una
razón al menos al día para sonreír, incluso a quienes no nos devuelven la
sonrisa, como leí una vez, ellos son quienes mas lo necesitan.
Fui depositaria de varios secretos, de varias confesiones y
conocí y desconocí personas, pero a partes iguales aprendí algo de ellas.
Mi sobrino postizo me sorprendió pronunciando los colores y
los números en inglés, me regaló un abrazo de los de verdad en cada visita y me
demostró que un huevo Kinder puede ser el mayor de los tesoros.
Disfruté la satisfacción de perderme un ratito…conmigo
misma, y conversar con esa yo interna que nunca escucho realmente, a veces
estamos tan preocupados por agradar al resto del mundo que nos olvidamos de
mimarnos un poquito.
Recordé, personas, lugares, consejos, sabores, aromas,
sonrisas, palabras, miradas, como dice el gran Jean Paul “ el recuerdo es el
único paraíso del cual no podemos ser expulsados”.
En fin, que el tiempo si pasa rápido, pero si le prestamos
verdadera atención nos enseña que cada segundo no es en valde,ahora vamos a
disfrutar de lo que queda del 13 y a disfrutar la alegría de seguir cumpliendo
días…y sueños.

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